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El camino de los derrotados

 

Prisionero de los requetés, una vez interrogado y entregada la documentación, el primer destino de José Luis es La Fatarella, ya en poder de los nacionales, el pueblo donde había pasado buenos ratos de descanso entre servicio y servicio.

En la carretera de Ascó a Fatarella se produce el episodio recogido con detalle en la página "José Luis". Los prisioneros llevan una camilla con un hombre malherido. Caen junto a ellos unos últimos proyectiles disparados por los nacionales. Se produce un revuelo y nadie quiere cargar con el herido. Entonces José Luis coge la camilla y se encara con hombres mayores que él y entre él y otro prisionero llevan al herido hasta Fatarella.

Desde aquí inicia un periplo, primero andando y luego en tren, que terminará en el campo de concentración de Miranda de Ebro. En fila india, por la carretera, aprende lo que es la derrota y los malos tratos de la Guadia Civil. "Hijos de la Pasionaria, os váis a enterar"- les amenza un guardia con grandes bigotes, mientras les da culatazos.

En Gandesa se sorprende de la relativa abundancia de alimentos -"hasta plátanos"- en los puestos de la calle. El apenas puede comprar nada, porque no tiene más que una peseta nacional.

Siempre caminando, de Gandesa a Alcañiz y luego a Zaragoza. Desde Fatarella, por las carreteras de hoy, 180 kms., prácticamente descalzo, sin abrigo y bajo las inclemencias del mes de noviembre.

De Zaragoza, en tren de mercancías, apiñados como fardos, a la plaza de toros de Logroño, convertida en campo de concentración. Hacinamiento, piojos y un grifo de agua para todos, al que no les dejan acceder. En los tendidos, los prisioneros se despiojan unos a otros.

Como su familia seguía en zona republicana, José Luis no puede conseguir avales y al cabo de 11 días es enviado a Miranda de Ebro.

Miranda de Ebro

El campo de concentración de Miranda de Ebro, de triste memoria, funcionó entre 1937 y 1946, y era, junto con el de Santoña, el peor del universo carcelario franquista.

José Luis pasa allí lo más duro del invierno. Frío, falta de alimentos, ninguna actividad, piojos y encima, los "cabos de vara", versión nacional de los "capos" de los campos nazi, presos comunes, que no soldados, que con una vara trataban a los prisioneros como si fueran ganado.

Por la noche, para evitar a los piojos, se quedaba totalmente desnudo, envuelto en la manta.

José Luis pasa una docena de días en Miranda, en los que comparte penalidades con un compañero catalán del frente, un tal Ferreres.

Son Amoixa

La suerte cambia. José Luis es enviado a un batallón de trabajo, a Son Amoixa, cerca de Manacor, en Mallorca. Es una finca sobre una colina, completamente cerrada con alambradas. No he visitado el lugar, pero veo que hoy es un agroturismo orientado a alemanes.

El clima, el trato y las condiciones de vida, mejoran notablemente. Pueden lavarse y hervir la ropa y los piojos desaparecen

El batallón tiene como misión construir carreteras para un concesionario de obras públicas.  Es un trabajo duro, pero al menos es posible el escaqueo cuando el capataz no está cerca.

La guerra termina el 1 de abril y por fin José Luis puede escribir a casa. Su familia hasta entonces no sabía si estaba vivo o muerto.

"Mandarme avales que respondan por mi, que si no salgo nunca de aquí"-pedía el muchacho.

Los avales llegaron y José Luis es liberado. Deambula desorientado por Valencia, saboreando los primeros momentos de libertad, viaja en tren a Madrid, en metro a su casa. "Oiga, que los militares no pagan" - le adviete una señora, cuando va a sacar el billete.

Por fin, el de junio de 1939, 15 meses después de salir de casa, puede volver a abrazar a su madre y hermanos.

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Prisioneros formados en el campo de concentración de Miranda de Ebro

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La vida en el campo de concentración de Miranda de Ebro. Fragmento de Ida y vuelta de un soldado

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Resolución del tribunal clasificador que pone a José Luis en prisión provisional y le permite regresar a casa

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Antes de partir para casa. La única foto de la guerra y el cautiverio conservada, rotulada por José Luis con su artística caligraf

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